Los puertos más emblemáticos de Mallorca: tradición, encanto y Mediterráneo
Mallorca es una isla que combina a la perfección paisajes espectaculares, historia, gastronomía y, por supuesto, mar. A lo largo de su costa se despliegan puertos con siglos de historia, marinas exclusivas y calas escondidas que reflejan la autenticidad y la diversidad de la isla. Desde enclaves tradicionales hasta destinos frecuentados por la jet set internacional, los puertos de Mallorca son una parte esencial de su identidad mediterránea.
Si estás planeando una ruta costera por la isla o simplemente deseas conocer sus lugares más emblemáticos, estos son los puertos que no puedes perderte.

Puerto de Palma
Comenzamos por el más cercano a la capital: el Puerto de Palma. Es uno de los puertos más grandes y activos del Mediterráneo, y ofrece una mezcla entre tradición náutica, lujo y actividad comercial. En él conviven cruceros, ferris, barcos pesqueros y elegantes yates que se alinean en sus marinas. El ambiente es dinámico y cosmopolita, ideal para pasear al atardecer, cenar frente al mar o contemplar la majestuosidad de la catedral desde una perspectiva privilegiada.
También acoge eventos náuticos de primer nivel como la Copa del Rey de Vela, atrayendo a aficionados de todo el mundo. Su proximidad al casco histórico de Palma lo convierte en una visita imprescindible, ya sea por mar o por tierra.
Puerto Portals
A unos 10 kilómetros de Palma encontramos Puerto Portals, sin duda el puerto más exclusivo de la isla. Es el destino favorito de celebridades, empresarios y amantes de la navegación de lujo. Aquí los superyates comparten espacio con boutiques de diseñadores, restaurantes de alta cocina y cafés de estilo internacional.
Puerto Portals no es solo un puerto deportivo, sino un verdadero punto de encuentro social. Durante todo el año acoge eventos, desfiles y mercadillos que añaden un atractivo extra a esta elegante marina. Si buscas un ambiente vibrante, sofisticado y con mucho estilo, este es tu lugar.
Port d’Andratx
Más al suroeste, entre colinas y acantilados, se encuentra Port d’Andratx, uno de los puertos más bellos de Mallorca. Su bahía resguardada, sus casas tradicionales y la mezcla de ambiente local e internacional lo convierten en una parada muy apreciada tanto por navegantes como por visitantes que llegan por carretera.
Aquí es fácil perder la noción del tiempo entre terrazas junto al mar, galerías de arte y pequeñas tiendas con encanto. Aunque ha evolucionado hacia un destino elegante, aún conserva el carácter de un antiguo pueblo pesquero.
Port de Sóller
Al norte de la isla, en plena Serra de Tramuntana, se encuentra Port de Sóller. Este pequeño puerto natural se abre como una herradura al mar, rodeado de montañas y naranjos. Su tranvía de madera, que conecta el puerto con el pueblo de Sóller, es una de las experiencias más auténticas de la isla.
Con su aire nostálgico y su encanto natural, es perfecto para quienes buscan tranquilidad y paisajes. Además, su ubicación lo convierte en un excelente punto de partida para excursiones de montaña o paseos en barco por la costa noroeste.
Portocolom
En el este de Mallorca, Portocolom es uno de los puertos más tranquilos y auténticos. Antiguo refugio de pescadores, ha sabido conservar su esencia pese al paso del tiempo. Sus casas de colores, sus barcas amarradas y su paseo marítimo invitan a la calma y al disfrute pausado.
Además de su belleza, es un buen lugar para degustar marisco fresco en un entorno relajado. Es ideal para quienes buscan la Mallorca más tradicional, lejos del bullicio turístico.
Port de Pollença
En el extremo norte de la isla, Port de Pollença combina ambiente familiar, paisaje natural y una playa extensa. Su paseo marítimo, bordeado de pinos y restaurantes, invita a largos paseos frente al mar. Es uno de los lugares favoritos tanto por residentes como por viajeros que buscan tranquilidad sin renunciar a servicios.
Desde aquí es posible embarcarse en excursiones hacia el cabo de Formentor, una de las zonas más escénicas de toda la isla.
Cala Figuera
Cerramos esta ruta en Cala Figuera, un rincón mágico en la costa sureste. Este puerto natural, con sus estrechos brazos de mar que se adentran tierra adentro, es uno de los más fotogénicos de Mallorca. Las lanchas y barcas tradicionales, las casas de pescadores y el silencio del lugar lo convierten en una pequeña joya.
No hay grandes desarrollos turísticos ni marinas modernas: solo esencia mediterránea. Aquí el tiempo parece haberse detenido, y es precisamente eso lo que lo hace tan especial.
Una base ideal para explorar los puertos de Mallorca
Mallorca tiene puertos para todos los gustos: desde marinas exclusivas hasta enclaves pesqueros con sabor local. Cada uno ofrece una perspectiva única del estilo de vida mediterráneo y del alma de la isla.
Para descubrirlos con calma y comodidad, alojarse en un hotel boutique en el centro de Palma es una excelente opción. Desde Posada Terra Santa, puedes acceder fácilmente a muchos de estos puertos a pie, en coche o en transporte público.
Y tras un día explorando la costa, nada como regresar a las habitaciones con encanto de Posada Terra Santa, donde relajarte y recargar energías para seguir descubriendo los secretos de Mallorca.
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